Desapego, una palabra bastante interesante para nuestros tiempos y la planteo así, porque el aprender a comprenderla y aplicarla desde el dejar fluir sin olvidarnos de valores como la empatía, el respeto, el cuidado hacia los otros seres, y en especial el amor propio nos permitirá vivir más armoniosos con nuestro entorno y en una felicidad plena. 😃
Profundizando un poco en su origen, este se basa en su antónimo : Apego o Capricho, causantes de grandes conflictos emocionales, sentimentales y psicológicos que se terminan convirtiendo en enfermedades a nivel físico, estos son fijaciones a elementos materiales o personas que son imposibles de tener o que si los tenemos nos hacen daño, ya que se vuelven una especie de vicio.
Para entender un poco lo que son los apegos, estos pueden resultar de diversos motivos, a continuación algunos ejemplos:
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Carencias que hemos tenido en alguna etapa de nuestra vida, tanto emocionales como materiales y en el momento que los tenemos pensamos que si nos faltan nos morimos.
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Querer vivir en la zona de confort, buscando siempre el camino más fácil y jugando a la ley del menor esfuerzo.
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No querer tomar la responsabilidad de nuestra vida o actos y estar siempre buscando un culpable de las cosas malas que nos pasan.
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La muerte de un ser querido o mascota, muy preciado para nosotros.
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Consumir esa comida que nos hace daño es una forma de apego.
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Costumbres a ciertos tratos positivos de alguna persona que amamos o hemos compartido buenos momentos.
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Seguir una carrera o profesión por gusto a nuestros padres, olvidando nuestros intereses personales.
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Seguir en ese trabajo por miedo a no conseguir algo mejor, subvalorando nuestras capacidades.
Para lograr el desapego se deben trabajar diferentes emociones como: el miedo, el perdón, la ira, el orgullo, la envidia, el egoismo, buscando entenderlas y transitarlas, teniendo en cuenta que siempre estarán presentes, que solo son visitantes y que forman parte de nuestra naturaleza.
El desapego se vuelve realidad Cuando aprendemos a aceptar, a soltar eso que nos hace daño y nos limita a no sentir la vida como un flujo que solo quiere lo mejor para nosotros.
Para lograr el desapego se deben trabajar diferentes emociones como: el miedo, el perdón, la ira, el orgullo, la envidia, el egoísmo, buscando entenderlas y transitarlas, teniendo en cuenta que siempre estarán presentes, que solo son visitantes, que forman parte de nuestra naturaleza y que están allí para recordarnos que el otro es un reflejo, un perfecto espejo que nos muestra lo que necesitamos soltar, lo que necesitamos perdonar y lo que necesitamos entender para poder continuar el camino hacia el desapego. Una vez entendemos que todos somos uno y que el caos que vez fuera es el mismo caos que hay en tu interior, dejas de ser la víctima y te conviertes en el co creador de tu vida, dejándola fluir libre y tranquilamente.
Una película que te recomiendo ver es UP de Pixar, esta es un muy buen ejemplo de como si soltamos eso que nos ata y tal vez lo amarramos a globos es posible ver la vida de una manera mas ligera, colorida y entender que ella no depende de factores puntuales y sí de muchos factores que no podemos controlar, busquemos abrir nuestra mente para poder disfrutar de maravillosos escenarios.